Trabajo con la música con un enfoque, donde el sonido y el silencio se integran como unidad. Descubrí esta dimensión, durante muchas instancias de escucha que llamaba observación auditiva y que, en cierta ocasión se presento como una Escucha Impersonal, una vivencia sin interferencia en la relación sonido-silencio. Esta experiencia, que fue una respuesta a la necesidad de encontrar un significado completo de la música, abrió el camino a un lenguaje que la expresara. Este lenguaje esta basado en la consideración del sonido como objeto en el espacio y el espacio como el silencio en si.
Cuando esta experiencia ocurrió ya tenia en claro, que la tonalidad como la atonalidad, eran fuertes aproximaciones a la respuesta, pero no eran satisfactorias. Había una puerta abierta que no sabía cruzar, pero tenía una intensa intuición que allí estaba. Esa puerta estaba abierta por Brian Eno y Robert Fripp, y la experiencia que me había sucedido, fue “ir del otro lado”. Comprendí el malentendido histórico acerca del silencio. La versión académica (oficial), define al silencio como una ausencia (de sonido), lo cual es una falacia. Siendo el sonido una vibración, no puede haber ausencia de ella, porque esta presente en el origen mismo del universo y de la vida. El sonido y el silencio son indisociables. Silencio Es una presencia.
La consideración objeto-espacio, adquirió una perspectiva plástica que redefinió la función del músico, de la producción de sonido, de la relación con el silencio y una metafísica, de la formación y el sentido. La experiencia señalo que el campo creativo se inicia en el silencio, en una Escucha Impersonal y luego la acción o el acto, para luego volver al silencio.
Siéntate tranquilo en un espacio público o en un paisaje simplemente a escuchar. Puedes dirigir la atención a diversos “eventos” que suceden, a observar “capas” de sonidos. Puedes notar el paisaje sonoro (soundscapes) como una obra, como si estuviese escuchando un disco. Notaras que la atmósfera interna cambia y la escucha se vuelve impersonal, no hay un centro desde donde se escucha, sino que hay solo escucha. Habitualmente la atención esta contaminada por el pensamiento y esta anclada en un centro. La Escucha Impersonal conoce lo que sucede y concluye en la experiencia de conocer al conocedor de la experiencia.
La creación con sonidos (o la creación en si), desde esta experiencia o una aproximación a ella, trasciende las limitaciones conceptuales y hay total libertad y una ligazón ontológica. La experiencia también señala que no hay formato estilístico determinado, que hay objetos-formas que surgen de un espacio informe y se sumergen en él como un ciclo de vida del sonido-objeto-forma. Todo lo que sucede vuelve a su origen y en ningún momento tiene una “realidad autónoma” o independiente, la relación es lo fundamental y así lo es en sonido-silencio.
El proceso de trabajo o composición, implica seguir el camino que el sonido indique y no descansa en un resultado definitivo. Cuando el proceso de trabajo se registra en una grabación, se registra solo una parte de él. Las herramientas digitales han provisto posibilidades inimaginables para una consideración plástica de la música y son absolutamente recomendables tanto como la improvisación y la experimentación teórica.
Puedo resumir la relación sonido-silencio como la relación forma-informe. Cuando la forma es traslucida y deja ver lo informe es Arte. El Arte Es cuando las formas muestran lo informe. Si lo informe no se ve, solo hay formas y formas y formas. Siento que la existencia es el equilibrio entre las formas y lo informe, una de ella por si sola es desequilibrio.
La formación se enfoca tanto en la producción de sonido (sonologia) como en el silencio (Escucha Impersonal). Lo que llamamos instrumentos ahora son herramientas y el estudio de grabación como la herramienta completa, donde el micrófono es el oído universal. El instrumento es el músico, ya que es la música la que lo toca y no al revés. Es el músico el que tiene que estar afinado o sintonizado con lo informe. El material que entra en el proceso creativo es impulsado por el entendimiento que provee la Escucha Impersonal y puede generarse desde las diversas fuentes sónicas. El criterio y el orden surgen de la Escucha Impersonal que no encuentra ninguna diferenciación, entre la Creación del Universo y la Creación artística. El músico creador comprende que el campo creativo trasciende lo formalmente “musical”, y que hay creatividad en cualquier aspecto de lo cotidiano, si se es un cocinero, chofer o medico, como si se es pescador, arquitecto o jardinero. La cualidad de lo informe puede entrar por la “banda ancha” que abre la Escucha Impersonal (que es una unificación perceptual), en cualquier acto de la vida y así, convertirlo en “una forma trasparente”, en Arte.
Trabajo con la música con un enfoque donde el sonido y el silencio son unidad.
